Los gases de efecto invernadero (GEI), son gases emitidos de forma natural y antropogénica cuya presencia contribuye al efecto invernadero. Los principales gases de efecto invernadero son:
Las principales actividades que generan estos gases se deben al acelerado crecimiento poblacional, demanda de bienes y servicios, así como la directa repercusión sobre la explotación de los recursos naturales, así mismo las principales actividades antropogénicas como son el uso indiscriminado de combustibles fósiles (gasolina, petróleo carbón, diésel, etc.), la deforestación, la generación de residuos, el uso y cambio de uso de suelo, agricultura, la ganadería, la industria de la transformación; entre otras.
Las emisiones de contaminantes a la atmósfera no sólo tienen efectos a nivel local en la salud de las personas o en el estado de sus pertenencias (como el deterioro de los monumentos arquitectónicos), sino también a nivel regional, como es la afectación de los bosques y ecosistemas acuáticos debido a las lluvias ácidas (como ocurrió en el norte de Europa y está sucediendo actualmente en China) o, incluso, a nivel mundial, como el cambio climático y la reducción del espesor de la capa de ozono estratosférico que afecta severamente la Antártida y otras regiones del mundo (PNUMA, 2002).
La calidad del aire tiene una relación directa con el volumen de los contaminantes emitidos a la atmósfera. De ahí que un componente necesario en el diseño y la aplicación de cualquier programa para controlar la contaminación del aire es la información sobre las principales fuentes de contaminantes atmosféricos (SEMARNAT, 2002). Dichos programas se fundamentan en la estimación de los contaminantes, realizados a través de inventarios de emisiones, definen a este como un instrumento que nos permite conocer las emisiones de alguna actividad, sector, estado o país, dependiente que enfoque se le desea dar. Es un ejercicio fundamental para diseñar las políticas de reducción de emisiones, entendiendo las principales fuentes y el papel que juegan los ecosistemas capturando parte de estas emisiones.
Realizar un inventario de GEI permite a las organizaciones tener datos que aprovechados otorgan importantes beneficios, por ejemplo:
Una vez hecho el inventario de GEI, ya se cuenta con información para definir metas de reducción de emisiones de gas de efecto invernadero. Como resultado de esto se crean los proyectos de reducción de emisiones.
Ing. Rosa Adriana Durán Núñez
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